jueves, 10 de enero de 2013

Sobre la depresión, John Carpenter y los rescates en el barrio chino.

"Una cabra dio un cabezazo a un seto y se le enredaron los cuernos.”

Un hombre así como débil, también es fuerte. Tiene que recuperar la fuerza cuando hay nubes y truenos. Esa es la imagen de la dificultad al comienzo, pero al final se ordenará el caos.

La cultura china puede ser la más rica de todas. En ella hay referencias de lo que es el budismo, el confucianismo, el taoísmo, la alquimia y la brujería. En ella se afirma que el movimiento del universo es causado por la tensión entre fuerzas positivas y negativas. Así, cuando se desequilibran en el hombre, éste se vuelve maldito. La tristeza, la ira, la maldad lo dominan; es entonces cuando se convierte en demonio para vivir por siempre. Lo malo y lo repulsivo sólo existen para molestar a los vivos, el hombre con depresión (para dicha cultura) se vuelve un fantasma, un espíritu maligno, un ser non grato para los que habitan en el mundo terrenal que juega a ser hombre. Es una criatura con un poder enorme, oscuro que solo puede dejar miseria y destrucción a su paso. Para librarse de todo se tiene que purificar el alma de la persona antes de que sea demasiado tarde.


Fotograma de la película "Big Trouble in Little China" de John Carpenter.

Por Agustin Valdivieso. 

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